Como aire en las nubes


La ausencia de palabras, que expresan la incapacidad de ordenar pensamientos. Abandono, desaparición, silencio. El caos que provoca paros cardíacos, bloqueo de la línea invisible que conecta palabras.

Creo que desaparecer se está convirtiendo en una costumbre. Pero la respuesta no es la huida. Quizás sea simplemente la forma más fácil de dejar de pensar. Si estás lejos, todo desaparece. O no. Ojalá irse sirva para volver mejor. 

La página en blanco sigue blanca, mientras los colores de la vida se acentúan. No sé que pasa, pero con un suerte lo sabremos pronto. Será que el blanco contraste con el negro con el que se tiñe el futuro. Será que el negro nunca ha sido un color que me guste. Será que el todo y la ausencia chocan. 

Será que todos estamos igual, y nos contagiamos dudas, miedos e inseguridad. 

A nadie le gusta andar sobre tierra pantanosa, no vaya a ser que nos hundamos. Vamos a tener que aprender a pisar en las piedras correctas... probando. Haciendo. Sonriendo y siguiendo. 

El entusiasmo me empuja ante el miedo, como espero que pase con todos, pronto. Espero que no sea el miedo que nos lleve de cabeza a un agujero sin fondo. Espero que sea la ilusión y la pasión que nos guíen. Así, si nos hundimos, al menos habrá valido la pena. 

En fin. Vuelvo para irme. 

Feliz Semana Santa. 

Ana 'Uala'




Pienso en ti


Esta tarde me he vuelto a enamorar de los recuerdos. He girado en esa esquina, olvidando de nuevo qué me espera al otro lado. He vuelto a perderme entre olores y miradas desconocidas. He vuelto a ser feliz, otra vez, repetida, multiplicada: los recuerdos están para volver a sentir. 

He vuelto a perderme entre mil colores, la pasión ha brotado de mi pecho. La brújula del corazón ha vuelto a marcar norte, y es hora de partir. De dejarse llevar, de descubrir, de soñar, de vivir. He vuelto a sentir las sonrisas en la comisura de mis labios. 

Una cultura se ha vuelto a descubrir delante de mi, tímida y seductora. Sonidos poco familiares, horarios inexistentes, posibilidades abiertas. 

He echado de menos de nuevo, como condición natural en el día a día. Aunque le dijera -le digo- a una amiga que yo nunca echo de menos... Digamos que es cierto a medias. Llevo echando de menos tanto tiempo, que no sé que es existir sin esa sensación. No sé que es vivir sin acordarse de algún lugar lejano en cada esquina de tu barrio... No por similitud, sino por familiaridad. Que por cada burbuja de esa cerveza que tomo, me venga a la mente una persona con la que me gustaría estar disfrutándola. Trasladarse, sólo con el sonido de las risas, al otro lado del mundo. Ya no sé que es vivir en una sola ciudad. He aprendido a olvidar, durante un rato. No morir de añoranza. 

Por eso digo que miento a medias. Echar de menos se ha convertido en algo tan mío, tan profundo, que ya no lo puedo separar. Así que ya no echo de menos. Cuando aprieta la distancia, me pierdo de nuevo con ellos. Les recupero entre imágenes de mi álbum personal. Oigo sus risas, sus deseos, siento sus abrazos. Vuelvo a sonreír con ellos. 

Así desaparece el echar de menos, y se convierte en un Estaba pensando en ti. 

Ana 'Uala'



Los colores de la distancia


Hacía tiempo que no sentía la distancia tan latente en mí. Defiendo y defenderé la increíble capacidad que tiene el ser humano para viajar, para dejar el hogar y convertirse en el nómada que realmente es.

Sin embargo... Suspiro. Sin embargo, a veces no puedo impedir pensar, pensar en las raíces que te dan vida. Pienso en momentos de agonía, y pienso en la horrible necesidad de sentir algo cerca. Y no hay nada más cercano que la familia... La que quiera que hayas escogido. Los lazos de sangre no tienen cabida en esta palabra. 

Pensaba que me había vuelto inmune a cierto sentimientos. Parece ser que no, y me alegro. 

Curioso, porque cada año me pasa igual. Esta vez parece ser que se ha adelantado. Cada año, juro y perjuro que sobreviviré. Que el corazón me quedará intacto, que no sentiré nada. Que un final que ya conoces, no debería romperte el alma en dos. Pero parece ser que es cierto aquello de que el ser humano es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. 

Y una vez, y otro, y otra, caigo y vuelvo a caer. Mi corazón se divide, se parte, y las lágrimas brotan sin quererlo. En silencio, inevitables. Una vez al año, siento la vida arrancada de unas raíces que habían empezado a nutrirse de nuevo. La tristeza insiste en reaparecer, y tus prometas desaparecen entre abrazos de despedidas. 

Una vez, y otra, y otra. Promesas hechas a ti misma, promesas de corazón blindado hacia finales donde no se comen perdices. 

Aun más curioso es, sin embargo, que no me lamente ni un sólo instante de estas palabras vacías. Más triste sería que este sentimiento no me abrumara, una vez al año. 

Sería triste cumplir la promesa y dejar de sentir. 

Ana 'Uala'

Luces y valor


¿Lo ves? ¿Lo ves? Claro que no. Nunca se ve. Si se viera, ¿cuál sería la gracia? ¿Dónde quedaría la aventura, la emoción de descubrir? ¿Dónde quedaría la alegría de ver cumplidos tus sueños, y las lágrimas cuando te rompen el corazón?

Imagínate. Ahí, delante del túnel. No se ve el final, no sabes qué pasa, ni qué puede pasar. No sabes dónde va, ni quien serás tú una vez lo atravieses. Quizás no acaba nunca (yo no creo en los finales tristes), quizás te devuelve donde estaba, quizás te lleve a otro túnel. 

Sé que es una metáfora desgastada la del túnel. Ya sea por vida o por muerte, o por todas esas dificultades que te pone la vida -o mejor dicho, por esos avisos que te da, porque algo está yendo mal-, pero bien... Sinceramente, no encuentro metáfora mejor. 

Quizás nunca fue una metáfora. 

¿Nunca os he hablado de ella, verdad? Creo que va siendo hora. 

Ella es... Luz. Pura luz. Luz intensa, de colores, llena de vida. Ella me llamó amiga antes de conocerme, y dejó que le abriera mi corazón, entre sonrisas y fernet. Ella (y cabe mencionar, su hermana, pero creo que se merecen entradas por separado) me estaba esperando al final de ese túnel, sin yo saberlo. 

¿Sabéis que es que os brinden la alegría con la brazos abiertos? Sin dificultad, sin problemas. Felicidad sin juicios, sin dificultades. En forma de buena conversación, en forma de aceptación, en forma de conexión universal. 

Una persona que te enseña a echar de menos aquello que no habéis vivido. Que te demuestra que la amistad  y el amor van más allá de distancias. Que te da lecciones de vida en fascículos y a distancia. Una persona que te enseña que no sólo el destino existe, sino que el destino de todos nosotros es encontrar la felicidad que tenemos dentro. Que nuestro destino es brillar, y ella predica con el ejemplo. Porque brilla, brilla con una intensidad cegadora. Tan cegadora que veo su luz a un océano de distancia. 

Hoy, que es su día, os deseo a los demás tener a alguien como ella en la vuestra. Porque ella sabe que quiero que sea feliz.. pero también sé que lo será; que lo es. Sea o no su día. 

Llamadlo metáfora, llamadlo vida, llamadlo como queráis. 

Sé que quedarse quieto no lleva a nada. Y al otro lado te están esperando. 

Ana 'Uala'

Todo está aquí


Hay tantas cosas por hacer, por decir, por saber, por sentir, por soñar, por vivir... (el orden  ha sido aleatorio, la rima no era intencionada... pero tampoco quiero cambiarlo) que no sé por donde empezar. 

Los procesos son inversamente proporcionales: cuanto más sé, más sé que no sé... Cuanto más siento, más quiero sentir (y pienso que no siento con la suficiente intensidad), y cuanto más segura estoy de algo, más dudas me surgen sobre el cómo, el cuándo, y el por qué (por qué si yo lo tengo tan claro, el resto de personas no lo ven). 

Tenemos las cosas claras, y viene alguien y nos tira abajo el plan. Con una sola palabra. O a la inversa. Entre millones de dudas, estando perdido, alguien te hace una pregunta simple. Algo tonto, algo fácil. Algo que resuena en tus oídos, y no puedes dejar de oír. Y de repente, lo tienes todo claro. No entiendes como has podido dudar tanto, si todo estaba ahí. Sólo hacía falta abrir los ojos. 

¿Os ha pasado alguna vez?

Lejos de casa, solos. Todo es posible (When you're alone, the world is full of possibilites). 

Y en un idioma que no es el tuyo, en una situación que no entiendes, creyéndote feliz, te pregunta alguien.

Aren't you free? 

Ana 'Uala'

To define is to limit


No me apetece escribir. No me apetece vender filosofía barata, no me apetece más que salir a pasear bajo el sol que por fin ha decidido pasarse a saludar. 

Es curioso como siempre que se intenta hablar de cosas importantes -o cosas que consideramos importantes- hay dos resultados posibles. O con la personas con la que estás hablando tienes una complicidad tan exacta que no hace falta explicarte (y simplemente os dedicáis a analizar qué es lo que tenéis que os una que os separa del mundo) o te entiendes tan poco que prefieres dejar el debate a un nivel mucho más superficial, y simplemente expresas tu opinión a un público que poco le importa. Las primeras conversaciones están teñidas de "no sés", porque no hay conclusión que valga, y las segundas de incómodos silencios. 

Y al final, siempre llego a la misma conclusión. Se trata de lo que sientas, ese sexto sentido que todos tenemos y sólo nosotros entendemos. Ese sentir las cosas en vez de entenderlas, saber, sin explicación, que eso es así. Creo que esa es una de las sensaciones que más me cuesta describir. 

Todo sigue igual, todo cambia. Y nosotros seguimos aquí, analizando, investigando, intentando entender el funcionamiento humano. Intentando expresar en palabras aquello que no sabemos ni explicarnos a nosotros mismos. 

Ana 'Uala'