Feliz Ausencia



Desaparecer entre colores terracota, y aparecer tras un atardecer de mil soles. Dejar atrás malos sentimientos. ¿Pero dónde es atrás? ¿Allí donde vuelves, o en ese lapso de tiempo que te hizo feliz?

Volver, y tener que encontrarte de nuevo. Porque sales a buscarte, y sin embargo, te pierdes, te pierdes en todas esas personalidades que podrías ser. Allí, eres lo que quieres, lo que sueñes, lo que desees. Una página en blanco. Aquí tienes historia, pasado. Unas expectativas por cumplir, unos horarios establecidos, un despertador que te arranca de los sueños, para a veces, cumplir el de los demás. ¿Por qué?

Vuelves, y nada ha cambiado, pero todo es diferente. Hablando, hablando y fumándonos el tiempo, debates en silencio en un cuarto a oscuras, con luz y un mundo -un mundo distante, casi irreconocible, porque con el que nos sentimos familiar, queda lejos en espacio y tiempo- que se filtran debajo de la puerta. 

Nos vamos buscando algo que no encontramos y volvemos habiendo encontrado algo que no sabíamos que buscábamos. 

Volvemos, con historias que contar, personas que viven en recuerdos -y en sonrisas que se escapan al ver un té a la menta- y planes. Siempre con planes. Porque lo mejor de marcharse, es volver. Es ver el mundo que cambia. Mirarte en el espejo y como todo, como hemos dicho, nada ha cambiado pero todo es diferente. 

Pero una vez te reconozcas en ese espejo, una vez entiendas que no se trata de dónde fuiste, sino de dónde quieres volver -a qué quieres volver, con quién, para qué... y por qué- entonces, entonces encaja la última pieza del rompecabezas, y la luz vuelve a brillar. Porque la bombilla no se apaga. 

Quizás se tarde más, quizás menos. Pero perdidos en medio del mar, no es hasta que anochece que podemos ver la luz del faro...


Ana 'Uala'


2 comentarios:

  1. Porque lo mejor de marcharse, es volver. Es ver el mundo que cambia. 100% de acuerdo!!!

    Has tardado mucho en reescribir!! cómo lo echaba en falta!!! :)

    Un día, si encuentras el momento, me gustaría leer qué piensas sobre la meditación, el autocontrol y el conocerse a uno mismo. Serán las hormonas, o que la primavera la sangre altera, pero últimamente no hago más que darle vueltas... porqué hago lo que hago, cómo puedo evitar hacer lo que no quiero hacer, cómo sé qué es lo que de verdad quiero hacer.

    A mi me cuesta sacarlo de mi cabeza. ¿soy la única que le da tantas vuelas?

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    1. Siiiiiii! he tardado mucho, necesitaba encontrar las palabras correctas!

      Lo tendré en mente... cuando sepa qué decir, lo escribo, y lo debatimos sobre un café después.. (antes de que te marches!)

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