Creciendo


Tengo el olor de la menta que no se va de mis dedos, la taza de té ya vacía. Suena música aleatoria, después de varias tardes de melodías de infancia. El recuerdo del fin del semana va desapareciendo -habiendo fragmentos que se fundían en negro mientras pasaban-, dejando un buen sabor de boca y la necesidad de dormir para volver a comenzar la semana con las pilas cargadas. 

Se fragmentan ideas, sentimientos y deseos, metidos todos en un saco sin fondo donde ya no se encuentran las piezas para que todo vuelva a encajar. Al menos está todo dentro de ti, y con un poquito de tiempo y buena compañía, el rompecabezas se vuelva a montar. 

Hoy he sido consciente de que estoy pasando el verano en compañía de unas personas que nada tienen que ver con mi habitual compañía veraniega. Lejos de casa, lejos de la familia, lejos de un ambiente al que estoy acostumbrada, y del que no paro de hablar como antídoto de dolor por no poder estar ahí. 

Sin embargo... Bien, es fascinante. Estan siendo un par de meses interesantes, en los que, como dije el otro día, he tenido el placer de conocer a personas muy curiosas. 

Yo, ahora mismo, debería estar durmiendo 3500 km de distancia, con la brisa de otras montañas refrescando la noche. Debería estar bajo un manto de estrellas, con sangre de mi sangre soñando de forma paralela a la mía. Debería escuchar los ronquidos de mi abuela, y los ruidos de algún animal que no se puede dormir. Pero estoy aquí, y aun no duermo. Valle pirinaico, es el sonido de la lluvia el único que recorta el silencio. De compañía tengo a una amiga, a un casi amigo y un gato en desarrollo. 

La verdad, de todas las opciones posibles para estos meses, esta me parece la mejor. No puedo evitar pensar que si no podía estar en mi hogar, al menos estoy bien acompañada. Estoy con una amiga que veo crecer, acogida por un grupo de personas que le transmiten seguridad, sin saber ella que la seguridad le sale de dentro. 

Veo a un grupo de personas que aman lo que hacen, y luchan para vivir siempre de esto. Valientes. En todos los aspectos. Veo una chispa que les une, que les atrae. Magnetismo puro. Les hace brillar, les hace fascinantes. Hace que quieras quedarte en un valle escondido, aunque no sea tu lugar. A veces, te hacen creer que sí. Pero como bien sabe ella, me rendí a las ciudades hace tiempo, a una en concreto, y no sería capaz de abandonarla. 

En cualquier caso, como otra fuente de sabiduría me ha comentado, de todo se aprende, y eso estoy intentando hacer. Aprender, crecer, soñar. Ver el qué. Es momento de cambios, en mi vida, y en la de la gente de mi alrededor. Grandes cambios. Como siempre, para bien. Eso sí, los resultados no saldrán hasta de aquí unos meses. 

De momento, lo único que puedo hacer es dar las gracias. Gracias por hacerme olvidar, durante muchos instantes, que la distancia duele, y la ausencia aprieta. Gracias por amar la vida, por atrever a cogerla con las manos y aguantarle la mirada.

Ana 'Uala'

La palabra adecuada



Existe un patrón que se repite en el tiempo y en el espacio. Un patrón en forma de persona. Un patrón que he tenido la suerte de ver tres veces, de forma directa, bastantes más de forma indirecta. Siempre en forma de sonrisa amplia y mirada abierta, sincera.

Lenguaje no verbal que significa bienvenida. Personas que se ponen delante de ti, sin miedo, sin ocultarse.

Armados con una sonrisa, te desarman a ti. Esas defensas que creamos ante lo desconocido, desaparecen. Te encuentras vulnerable, a su alcance. Sientes que casi pueden leer tu alma, y te susurran, de mirada a mirada. "Tranquila, no tengas miedo. Acómodate: esto está a punto de comenzar". 

Es asombroso cada vez que te encuentras con una persona de estas. Dejadme que os explique qué ocurre. La vergüenza deja de existir, el miedo, el no saber qué decir. Da igual, porque te miran expectantes, interesados. El "¿y si no encajo?" desaparece, dando pie a un: "no me va a juzgar". 

He conocido a personas así. Algunas, incluso me han salvado. Conocí a un chico que me dio la bienvenida a un país. Otro me presentó el suyo. Una se hizo mi amiga para siempre, abriéndome las puertas del misterio del universo. Conocí a uno que simplemente, se volvía transparente ante ti, para que pudieras leerle. ¿Qué mejor forma de hacer hablar a los demás, si no es hablando tú mismo primero?

Y ese pánico tan humano, tan social, ese miedo al rechazo... Lo eliminan. Con un sonrisa, con una palabra.

Es tan simple, tan sencillo.

Hola. 


Ana 'Uala'

Amunt


Por fin a solas con el tiempo, dando bocanadas de aire contaminado, pero familiar, entre paredes que lentamente se convierten en mías. Han pasado los días, y crece la ausencia y las historias que contar, pero falta tiempo. 

Pero hoy, por fin, estoy a solas conmigo misma. Mil hilos anudados en una noche de luna llena. No sé ni por dónde empezar, ni cómo continuar. 

No sé si contaros la historia de decenas de personas mágicas, interesantes, inolvidables y que tienen tanto por enseñar que he conocido en el último mes. O quizás la historia de miles de sentimientos provocados por grandes circunstancias, música que llega al corazón y conversaciones trascendentes con el ruido de la lluvia de fondo. 

Qué contar, cuanto hay tanto, tanto... y me faltan silencios delante de la pantalla blanca. Pero ahora, sí. Empiezo de nuevo. 

Empezaré pensando, pensando qué y cómo contar, la historia de personas unidas por el destino, unidas por amistad, por fuerza, por valor. Personas que se ayudan, personas que crecen, que ayudan a crecer. Hermanos, amigos, compañeros, amores. Delfines en medio del mar, que te llevan a la orilla más cercana.

Hay personas buenas tan disimuladas. Y es tan mágico encontrarlas. 

Tengo palabras queriendo salir a borbotones de mis manos. Palabras que están reflejadas en momentos en mi mente, y en trozos de papel arrugados. Lentamente, los iré pasando, uno a uno, para compartirlos.

De momento, me introduzco de nuevo en el mundo virtual, como un prólogo para lo que viene.

Hablemos de grupos de personas que, por esas casualidades que no existen, se cruzan en el camino. 

Y ya nada vuelve a ser igual. 

Ana 'Uala'