La palabra adecuada



Existe un patrón que se repite en el tiempo y en el espacio. Un patrón en forma de persona. Un patrón que he tenido la suerte de ver tres veces, de forma directa, bastantes más de forma indirecta. Siempre en forma de sonrisa amplia y mirada abierta, sincera.

Lenguaje no verbal que significa bienvenida. Personas que se ponen delante de ti, sin miedo, sin ocultarse.

Armados con una sonrisa, te desarman a ti. Esas defensas que creamos ante lo desconocido, desaparecen. Te encuentras vulnerable, a su alcance. Sientes que casi pueden leer tu alma, y te susurran, de mirada a mirada. "Tranquila, no tengas miedo. Acómodate: esto está a punto de comenzar". 

Es asombroso cada vez que te encuentras con una persona de estas. Dejadme que os explique qué ocurre. La vergüenza deja de existir, el miedo, el no saber qué decir. Da igual, porque te miran expectantes, interesados. El "¿y si no encajo?" desaparece, dando pie a un: "no me va a juzgar". 

He conocido a personas así. Algunas, incluso me han salvado. Conocí a un chico que me dio la bienvenida a un país. Otro me presentó el suyo. Una se hizo mi amiga para siempre, abriéndome las puertas del misterio del universo. Conocí a uno que simplemente, se volvía transparente ante ti, para que pudieras leerle. ¿Qué mejor forma de hacer hablar a los demás, si no es hablando tú mismo primero?

Y ese pánico tan humano, tan social, ese miedo al rechazo... Lo eliminan. Con un sonrisa, con una palabra.

Es tan simple, tan sencillo.

Hola. 


Ana 'Uala'

No hay comentarios:

Publicar un comentario