Brillar con la fuerza de la Luna


Es algo verdaderamente fascinante, la Luna. Tan mágica, tan atrayente. Deja prendada a todos con su luz... que ni siquiera es suya. Pero con ella, es capaz de mover mareas, confundir sentimientos y transformar personas. Y no sólo a los licántropos...

Conozco a una persona enamorada de la Luna. ¿Sabéis? Me gustaría saber si alguna vez os ha pasado el sentir algo así... Hay ocasiones que a pesar de que algo te fascine mucho, que te encante y te mueva tu mundo interior, no eres capaz exteriorizarlo... Porque conoces a alguien, que sin palabras, te deja entrever lo que ella siente por ese objeto de fascinación. 

Lo siento, creo que no me estoy expresando con claridad. La cuestión es que para mi, la Luna no tiene forma redonda, ni es blanca, ni es nada. Es un astro mágico, eso seguro, pero para mí tiene dibujada la cara de una persona, y con ella, su familia. Así que la luna no es blanca, si no de tez morena y de una sonrisa que ilumina más que mil estrellas. 

Y con esa sonrisa, otras dos, muy parecidas. Y un padre, y bueno... como decirlo, ella. Ella, que sigue aquí, a pesar de lo que digan. Ella, para quien la Luna ha estado brillando, con intensidad, dos días. Dos días, en honor a esos dos años. Hasta el cielo le rinde homenaje. Ella, que siempre tenía palabras amables, y la medida de mi pelo era ideal. Para quien nunca habíamos comido lo suficiente, y nos entendía con nuestras diabluras de adolescentes. Ella, que no veía en seguida la bondad en las personas, pero sabía de quién fiarse y quien no. Un sexto sentido. 

Después de tantos años, esto va para ella. No es ni suficiente, ni quizás lo adecuado. Pero trataba de contar historias, y la de ella es igual de intensa que la de otras personas. 

Sin obstáculos e ideas claras, no diré luchadora, porque me quedaría corta. Ni un segundo se preocupó de ella misma, mientras tuviera a su lado a quien quería. Eso nunca va a cambiar, seguimos estando a su lado. De otra forma, mucho más intensa y menos física, pero a su lado. Porque prometí invitarla a una hamburguesa, y no soy de romper promesas. 

De sonrisa generosa, siempre presumida, siempre bonita. Por esa sonrisa, esa sonrisa y esa palabra siempre amable que te alegraba el día -y por qué no, te subía el autoestima. 

Dos días de Luna llena, brillando por ella. Brillando con la misma fuerza con la que brilló ella. 

Pero hoy llueve. Hasta la Luna está de luto... 


Ana 'Uala'

Cervezas entre recuerdos


Parece ser que las personas no serán las protagonistas de este blog. Al menos, no de las fotografías. Sin embargo, como ya hemos dicho, son personas las que se esconden detrás de las mismas...
Todas las historias tienen de protagonistas a las personas, ya que somos nosotros los que vamos creando la realidad a medida que vivimos, y contamos... 

Y precisamente de realidades quería yo hablaros.

Horas muertas -no las suficientes- en un ático a oscuras. Las velas se han fundido, y las bombillas no son tan encantadoras. Olor a mar, tabaco y pocas prisas. Miramos la única fuente de luz que nos queda, que va tiñéndose de negro a medida que avanza la noche. Callar entre silencios, dejando que las palabras bailen sin decirlas, tejiendo la realidad que estamos elegiendo. 

-Imagínate que ahora bajas a buscar algo, y no apareces más. 
-No haría eso...
-Pero no dependería de ti. Podrías no ser real, una visión creada por mi mente. Y al salir, desaparezcas, porque dejo de crearte. 
-Entonces no dejes de crearme. 

Palabras innecesarias, porque hay idiomas más universales. 

¿Qué nos hace elegir? ¿Qué parte de nosotros decide crear esta u otra realidad? ¿A quién darle las gracias por tanta suerte?

Gracias por palabras que te alegran la semana. 

¿Alguna vez os habéis parado a pensar la Casualidad -en mayúsculas- de haber coincidido con las personas a las que queréis?
¿Podríais haber imaginado tanta suerte?

Primera de muchas


¡Oh! Antes de empezar, ya aviso. Está entrada se repetirá. O más bien, a quién va dedicada. Y digo quién, y no qué, porque está más viva que muchas de las personas que conozco. Respira, vive y siente, y nosotros con ella. 
Ella, porque es mujer, como una madre. Te acoge en sus brazos para no soltarte. Te encanta con su misterio y te alumbra con su belleza. 
Te mira, coqueta, y te invita a jugar... sin acabar de enseñarte jamás los secretos que esconde. Los deja por descubrir, para que no te aburras. Bajo el sol o entre niebla, pequeño paraíso. 
Habrá quien no la quiera. Pero como todo, la de cada uno es la mejor. O mejor que mejor, es la perfecta, y somos incapaces de ver más allá. 

A mí me ciega. No sé vivir sin ella, y cuando salgo, cuando la dejo... Siempre ando con melancolía, esperando ver de nuevo su silueta, desde el avión, sabiendo que estoy llegando a casa...

Otro día, os prometo historias más concretas. Esto es, simplemente, una introducción...


Ana 'Uala'

Rojo imposible rutinario



Palabras que llevan años pendientes, e imagen que debería ser reconocida. Es curioso el cuento de esta fotografía, muy curiosa. Pensé que esto iría de historias de personas, pero lo que esconden los objetos y otros seres son también parte de la nuestra. Todo está lleno de vida, aunque no queramos verlo. 

Hay un momento del día, antes de que el sol comience a prepararse para dormir, que adquiere una belleza casi mágica. Todo lo que toca con su luz parece sacado de un sueño... Y curiosamente, es más real que los sueños. Durante este momento, los rayos del sol atraviesan estas hojas. Hojas de una planta cualquiera... pero no para mí. Días y días, pasando y pensando: qué belleza. Tonalidades de rojo imposibles, tan cerca y tan lejos. Porque nadie parece verlo. Y sin embargo, ahí está, desprendiendo belleza para nosotros. 

Escondida entre rutina y aburrimiento, sólo hace falta mirar un poquito a la derecha. Sólo un poquito. 

Días y días, bajo lluvia, con sol... incluso ya de noche, pensando. Tengo que sacarle una foto. Debo hacerlo, para no olvidar. Aunque sería incapaz, y no pude captar ni la mitad de la magia. Dicen que una imagen vale más que mil palabras, pero no es del todo cierto. A veces una imagen no puede describir los sentimientos, y a veces, es mejor no hacer ni decir nada: el silencio habla más de lo que podemos controlar. A veces, una foto debe venir acompañada de explicación. A veces, no. 

Sinceramente, no me acordaba de haber hecho esta foto. Pero fueron días y días, que al salir de la biblioteca, para ir a clase, pensaba.... 


Ana 'Uala'


La sonrisa oculta




"Her romantic mind was like the tiny boxes, one within the other, that come from the puzzling East, however many your discover there is always one more; and her sweet mocking mouth had one kiss on it that Wendy could never get, though there it was, perfectly conspicious in the right-hand corner."


Peter Pan,  JM Barrie 


El beso de buenas noches, el beso del despertar. La mayor fuente de amor del mundo. La sonrisa que refleja la tuya, por la que morirías. Tan reconocibles. Tanto, que al mirarte, ves los mismos labios, cada mañana. 

¿Cuál es la historia tras la sonrisa de Mona Lisa? Nadie la sabe, ni la sabrá: ahí reside su misterio. Como el misterio de la esfinge, se evapora delante de tus ojos, y te deja la obsesión. Al asomar la tímida sonrisa, al descubrirla tú... Sólo quedan preguntas sin respuestas, razones de inexistencia. ¿A qué sonríe? ¿Por qué? 

¿Y quién sería capaz de borrar esa sonrisa?


Ana 'Uala'


Sin maquillar



Traducido:

-Jovencita, ¿para qué me sacas una foto?
-¡Oh! Estoy fotografiando el país, para la Universidad...
-No debe ser una foto bonita... *ríe*
-Pues no se crea, ¡sale usted muy guapa!
-Qué cosas dices, para que querrás una foto de mí, sin maquillar ni nada...
-Está usted guapísima, no necesita maquillaje. 




- Disculpe, ¡yo a usted la conozco!
- ...
- ¡Sí! Estuve el fin de semana pasado en la iglesia de la Virgen, en un pueblo pequeño. Le saqué una foto...
- Es verdad...(Me abraza) Que Dios te bendiga, jovencita, que Dios te bendiga. Gracias... 
- Gracias a usted...


Es de bien nacido ser agradecido. Refranes tradicionales cargados de verdad. Inventemos su historia, inventémosla. Una mujer anónima, que busca dejar de serlo. Necesidad por necesidad. Mismo traje, misma personas. Diferente paisaje. Un mismo encuadre, un sentimiento diferente. Un hola, y un adiós. Desconfiar, luego agradecer. Existir, por unos momentos, fuera de la invisibilidad de la calle. Buscar en las personas tu reflejo. Verte a través del azul de sus ojos. Ayúdame, gritan en silencio. Pero yo no sé ayudar, no tengo más que mil sonrisas y un disparo. Pacífico, pero disparo. Disparo. Y le da la bala, en lo más profundo. Profundo como Dios mismo, que le invoca para ayudarme. Ayudarme a mí, cuando la que le necesitaba era ella, hace segundos. Un cambio de papeles, que tras recibir, estás dispuesta a dar tu única esperanza. 


Cierra un ojo. Enfoca. Dispara. Dispara sin perder de vista tu objetivo. 



Ana 'Uala'




Historias

Contemos. Contemos, que es lo que nos gusta hacer. Historias de gente anónima, retratos de papeles, y nos inventaremos su historia. Le pondremos banda sonora a imágenes. Miraremos más allá del objetivo, y adivinaremos lo que pudo ser, y no fue. Veamos, que pasó, que pudo pasar.. y que hemos querido que pase.
Cuentos con moraleja... o sin ella. Simplemente, cuentos bonitos que contar, con ilusión. Con esperanza. Y quizás así consigamos ver las cosas con perspectiva.

Contemos, pues. Contemos...





Empecemos, poniéndole historia a un banda sonora.

Una amiga, muy amiga (que me saca sonrisas y ha conseguido que cambie mi cuarto de quinceañera) me ha pasado esta canción. Una canción preciosa, la verdad. Una canción, que habrá a quién le guste, y habrá a quién no. Pero dejadme que os cuente. Ella está en Buenos Aires ahora mismo... y, curiosamente, hace un año, nuestros papeles estaban invertidos. Por lo tanto, llevamos varios actos echándonos de menos... Y sin embargo, ahora, cuando vuelva, tendremos algo más en común. Y la echo de menos, pero pienso... Está paseando por donde yo paseé. Lo que no pude contarle al volver... Esas palabras que se negaban a salir de mi garganta y de mi corazón, ya no hará falta. Ahora me mirará, y entenderá que a Buenos Aires no se la puede explicar, si no vivir... Y mientras tanto, la contaremos con canciones.


A ella,


Ana 'Uala'