Gracias


Quiero hacer un pequeño inciso por todas las personas que no se rinden. 

Cuando veo que alguien utiliza un pequeño contratiempo para el hundirse en la autocompasión y en las excusas que no sirven, tengo que admitir que me cabreo. No creo ser el ejemplo de autosuperación, de persona que ha conseguido sobrellevar los obstáculos. Ni mi vida es muy dura, ni es difícil vivirla. 

Pero me he dado cuenta, en los tiempos que corren, que me rodeo de personas que me demuestran que luchar puede ser una tarea simple, si se afronta con la actitud correcta. Quizás por eso mi camino me parece un paseo. Por lo que me enseñan, día a día, los de mi alrededor. 

Pensaba en ellos hoy. En todos esos pequeños héroes que me han dejado entrar en sus vidas. A ellos, Gracias.

Gracias a los que a pesar de sufrir, te roban sonrisas. Que podrían no preocuparse, pero se preocupan. Personas que, a pesar de... no utilizan esta expresión

A los que te animan a un océano de distancia. Que luchas por sus causas, y aún así, tienen tiempo a luchar por la tuya. Personas que nunca abandonan su sonrisa.

Gracias a las personas que lo dan todo sin esperar nada, aunque no lo deben. Aunque quieran tirar la toalla, retirarse y alejarse del mundo... Aquí siguen, porque tú estás en él.

Personas que siempre sacan tiempo para todo. Personas anónimas que mantienen la esperanza y el positivismo en el mundo. 

Gracias, gracias, y mil gracias a las personas que siempre ven el vaso lleno. Las personas que no quieren cambiar el mundo, si no que lo están cambiando. Pasito a pasito. 

Gracias, en general, a todas las personas que demuestran, sin quererlo, que la vida que hay vivirla, no sobrevivirla. 


Ana 'Uala'

Círculos y ciclos


Naces, vives y mueres.

Me enseñó un dibujo animado, una vez, que ese era el ciclo de la vida. Que tú, que comías, te transformabas en comida al morir. Que hay un orden y equilibrio, y hay que respetarlo.

Habrá quien lo crea así, habrá quien no. Pero lo que es innegable es que la vida es un continuum de círculos, de ciclos... Las historias se repiten, y nos encanta tropezar con la misma piedra. Una y otra vez.

Existe una historia, un secreto a gritos, que todos conocemos y que pocos aplican. Una historia que no es la de una persona, si no la de cientos y miles. Hablo de la tan conocida cadena de favores. 


No hablo de la película -que también-, si no del concepto. La cadena de favores. Todo en la vida vuelve; trata a los demás como tú quieres ser tratado; cosecharás aquello que siembres...


Así de simple, así de sencillo. Boomerang de emociones, todo lo que hagas te será devuelto. Así que piensa bien lo que das, lo que haces... Porque será lo que recibas. 

Conocí una vez, fugazmente, a una de las chicas más buenas del mundo. Una chica buena, buenísima. Que no hacía más que dar, y dar, y dar. Y dejadme deciros, que era también la sonrisa más bonita que he visto jamás. 

¿Pero sabéis lo mejor? Cada vez que hablaba con ella, cada vez que me escribe... No me repite más que todo lo que está recibiendo. Que el mundo la trata bien, y no tiene más remedio que devolverle al mundo lo que recibe... ¿Quién comenzó la cadena?

¿Te suena la historia?

Ana 'Uala'

Días azules


¿A qué estarías dispuesto a renunciar para que otras fueran más felices? ¿Qué sería para ti renunciar?

Hoy quiero hablaros de una historia inventada. Ver a una persona, y que tu mente le siga en travelling hasta su casa, hasta su mujer, hasta sus hijos. Hasta su botella de alcohol. 

Entras al metro, suena un acordeón. Instantáneamente, me vienen a la cabeza recuerdos borrosos de tardes de dominó y el sabor a melocotón me hace la boca agua. Dulces acordes que sin nadie saberlo, me trasladan a otro mundo, a otro hogar, a otra época. A otro yo. Sigo caminando, y el acordeón está unido a las cansadas manos de un hombre que triste, lúgubre, crea alegres melodías para los demás. El sonido se dispersa en colores, desde las sombra de su tristeza. Le miro, y sin mirarme, sigue tocando. Quiero que me mire, quiero mirarle a los ojos. Para saber si la historia que me voy a inventar es cierta. Si puedo leer la tristeza de sus ojos. Pero no me mira, y sigue tocando alegres melodías, en días grises. Días fríos. 

Una corriente de aire me saca de mi ensimismamiento. Miro a mi alrededor, y el andén está despareciendo a la velocidad del vagón. No tengo tiempo a oír los últimos acordes. Me he adentrado a un mundo de mentira. Pensando...

Se hace tarde, y este hombre, después de un día sin mucho éxito, vuelve a casa. O a su rincón, pero con el frío que hace, quisiera pensar que al menos tiene un lugar seco donde esconderse. Me gustaría, pero no estoy segura. Porque invento. Porque no me he molestado en preguntar. Porque me he quedado en la tristeza de la superficie. ¿Quién podría culparme? Estoy en una ciudad desconocida, en una estación desconocida. Jamás volveré a ver a este hombre. ¿Entonces, por qué hoy me corroe la culpa? ¿Por qué el no saber su vida detrás del acordeón me persigue desde hace ya días?

¿Será porque jamás lo sabré? Ya no puedo preguntar. Y nunca sabré si ese hombre era feliz. Si lo era, bien (¿por qué pensaría que no?). Si no lo era, ¿por qué no le pregunté qué podía hacer para ayudarle?

A veces sólo se necesita hablar. Y tiempo. 

Pero hoy nunca lo sabré, porque no pregunté. No quise mirarle a los ojos y leer una tristeza que, si el mundo funciona como funciona, no sería más que el reflejo de la mía. 

Ahora nunca sabré si el triste era él, yo... o el mundo. 


Ana 'Uala'

Y te visitarán tres fantasmas...


Navidades. Fiestas, para los menos creyentes. Estos días de semi vacaciones teñidos con una espíritu que me gusta creer que incluso los que no lo tienen, lo tienen (sé que no tiene demasiado sentido, pero no he querido usar etiquetas). 

Hay quienes vuelven a casa, como el turrón. Otros aprovechan para huir a lugares lejanos. Unos se esconden bajo el sol, y otros se exponen a la nieve. Luces, regalos, hipocresía, consumismo, comida, buenas acciones, alegría y amor. Muchísimo amor. 

Les comentaba a unas amigas que no me gusta que la Navidad sea una obligación vacía para querer, para desear lo mejor, para hacer regalos. De poco sirve querer dos días al año... 

De poco... que no es lo mismo que nada. 

Siempre pienso que a pesar de todo, a pesar de que pueda parecer hipócrita, falso, forzado... nunca está de más tener motivos para pensar en los demás. ¿Hay gente que necesita un empujón para ser bueno? Pues qué mejor empujón que el espíritu navideño. Llevas todo el año sin pensar en esa amiga que está lejos. Te la estoy recordando, así que escríbele una carta, deseandole felices fiestas y preguntandole qué tal está. ¿Hace cuanto que no ves a tus primos? Pues aprovechemos las navidaes para verles.¿No crees en las fiestas navideñas? Hay gente que necesita ayuda: es invierno, hace frío... Hay comedores sociales donde ayudar, abuelas que visitar, niños a los que entretener y caramelos que repartir. 

La felicidad nunca sobra. 

Me encantaría contaros la historia de alguna amiga con la que sólo me comunico en fiestas: pero os estaría mintiendo. Y hoy no quiero inventar historias. 

Que algo sea momentáneo, que sea típico, que sea pasajero... 

No lo hace menos real. 

Felices fiestas. 

Ana 'Uala'



Cerrado por...

Por falta de internet, en realidad.

:) Vuelvo en una semana.

Con fotos, historias, personas y felicidad. Mientras, feliz semana.

Ana 'Uala'

Colores de color

pinturas


Los días grises, coge un pincel y colorealos. Así de simple.

Hoy estoy teñida de melancolía, y os quiero hablar de una persona que lo hizo todo mal, le salió todo bien... y cuando empezó a hacer las cosas bien, se dio cuenta de que todo estaba mal. Porque las percepciones cambian, la vida sigue, y tú no eres la misma persona en los diferentes momentos de tu vida.

Esta persona me enseñó mucho sin él saberlo, y jamás nada de lo que en realidad me quiso enseñar. 

Sin embargo, gracias a él he aprendido la normalidad es posible a pesar de todo, y nunca nada sale mal... Aunque salga mal. 

Eso sí, de nada sirve negar los hechos. Eso que yo aprendí y él nunca aplicó. 

El autoengaño no engaña a nadie. Y menos que nadie a la vida.


Ana 'Uala'



Y salir volando


Hay muchas veces que se dice eso de: (le) han cortado las alas.

Hace poco me di cuenta que a nadie nunca le cortan las alas. Jamás. Nadie tiene esa opción excepto tú. Hay quien te las ata, hay quien te las daña, hay quien te dice que son falsas y que con ellas jamás podrás volar. Pero no es así. Lo único que consiguen es convertirte en piedra, fría, insensible, estática y la que el tiempo va degradando lentamente.

No te dejes. 

Tus alas están ahí, pero como todo los demás músculos, necesitan práctica y ejercicio. Si no, se atrofian un poco. Pero nunca es ni demasiado temprano, ni demasiado tarde. Siempre es el momento de estar volando. 

Y si no me crees, díselo a las personas que están a tu lado, que cuando se te olvida que tienes alas, tienen los polvos mágicos de Campanilla, guardados en el bolsillo, para que puedas volar sin alas. 

Los días que estás de mal humor, que piensas que el mundo no merece la pena, que todo está mal. Esos días, si no consigues sonreír. Búscate un amigo y tómate una birra. Olvídate un rato de tu enfado, y conseguirás olvidarte por completo. Si no puedes salir, duerme. Mañana será un día mejor, lo prometo. 

Recuerda que nadie más que tú tiene la culpa y solución a tu enfado. Aunque a veces no nos guste esta salida. 

En cualquier caso, hoy doy las gracias noches mágicas que redirigen un día que había empezado mal, hacia un día mejor. 

"Ets normal, ets humana. Pots tenir dies dolents. Però després has de tornar a ser feliç".

Y os prometo, que hoy el sol ha teñido mi cuarto de naranja amanecer. Hacía tiempo que el sol no iluminaba así mi habitación. Será que tengo motivos para estar agradecidas... Y el mundo nos lo demuestra cada día. 


Ana 'Uala'

Alegría

amor odio


Hoy me he despertado contenta. A pesar de no haber actualizado ayer. A pesar de tener trescientos cosas por hacer. A pesar de que hace un frío hipotérmico en Barcelona. 

¿Por qué? Pues porque sí. Bueno, porque sí, y por he conseguido hacer muchas cosas. 

Pero volviendo al tema del blog, vamos a hablar de... hmmmm. Más que de una persona, de la necesidad de aprobación que a veces necesitamos. 

¿No os ha pasado que si una persona te da el visto bueno sobre algo, ya no te importa lo que diga el resto del mundo? O justo lo contrario: una persona te da su visto bueno, y piensas... Vale, no lo pienso hacer. 

Y a veces son amigos, a veces no... Conocidos, desconocidos, profesores, padres... No importa. ¿En qué nos basamos? ¿Será que en el fondo, ya tenemos la decisión tomada, y nos apoyamos en la persona que nos la opinión que encaja con la nuestra? ¿O necesitamos una excusa, a alguien con culpa? Alguien que en el caso de fracasar, pienses: habría hecho lo mismo. 

No sé, pero es curioso. Tengo personas de las cuales necesito aprobación. Y cuando no la tengo, parece ser que todo me sale mal. Aunque estuviera convencida de lo que iba a hacer. Muy convencida. Pero parece ser que meten la duda en mí. ¿Entonces, realmente estaba convencida? ¿O simplemente fingía estarlo? La seguridad no debería romperse tan fácilmente. 

Estoy un poco confundida. ¿Alguien que me sepa responder?

Ana 'Uala'



Menos es más

mar naranja


Desde siempre, y para siempre. 

"Si no está saliendo bien, es que no lo estás haciendo con suficiente amor."

Esta es la historia de una persona -de hecho, de más de una- que me enseñó que en el mundo, al final, no queda nada más que amor. Amor. El amor es la solución.

"Tú que me ves con buenos ojos."

El amor te hace cometer locuras, te hacer ver lo bueno, lo maravilloso, lo increíble. La vida se vuelve aventura, emoción, alegría.

"Más amor, menos dióxido de carbono."

Todo, absolutamente todo, cae ante el Amor. Amor con mayúscula, que no tiene por qué ser el de pareja. Prejuicios, intolerancias, discusiones, insultos, tristezas, problemas. Todo desaparece si se quiere. 

"No existe nada imposible, está todo en tu cabeza."

Estamos aquí para conseguir aquello que nos propongamos... Se trata de ir dejando en el camino todo lo que nos sobra, e ir caminado... Sin pausa pero sin prisa, hacia un destino inmejorable. Perfecto.



Compartir es Vida. Menos, es más.  


Ana 'Uala'


Medicina para el alma

amanecer, vida

Hoy, es lunes. Ese infame lunes que a poca gente gusta. Pobrecito. Pobre lunes. Lunes que te da, cada semana, la oportunidad de empezar de nuevo -porque nadie nunca empezó a hacer dieta un sábado. Los lunes que te devuelven a tu vida, que es una vida maravillosa llena de cosas por hacer. Ese lunes que hace que quieras tanto el sábado. 

Creo que el día de reflexión sobre la semana no debería ser domingo, si no el lunes. Empezar mirando qué tienes que hacer, y pensar... Oye, qué suerte. Qué suerte de tener la semana tan ocupada. Ya descansaré el domingo. O como me dijo ayer un amigo, ya habrá tiempo para dormir cuando muramos. 

Mientras, os propongo un... llamémoslo favor. Sí, porque os voy a pedir siete cosas. Una para cada día de la semana. 

Este fin de semana, he tenido el placer de conocer un lugar muy querido para una persona muy especial. Una pequeña luz verde que crece cada día. De forma muy fuerte y preciosa. Y ha sido bonito, porque hemos hecho cosas que nos hacen felices....a pesar de esas cosas que nos intentan robar la sonrisa. Pequeños gestos que hacen tu vida diaria más alegre. Por ello, gracias. Gracias, gracias. Por dejarme compartir aquellos que es tan suyo.

Así que esta semana, con tan poquito tiempo antes de Navidad... Me propongo un ejercicio para empezar con ganas la semana. 

Esta semana... Haz un regalo -no tiene por qué ser material. Da un abrazo a alguien que no se lo espera. Prepara la cena para las personas con las que vives. Escribe una pequeña carta -o por defecto, email- y envíasela a alguien a quien eches de menos. Regala caramelos. Ayuda a alguien que no te haya pedido su ayuda... directamente (con la compra a una persona mayor, con ese trabajo a ese amigo, a hacer esos recados a tu hermana...) 

Y el domingo... Descansa. Sin pensar en nada más. Pon tus cinco sentidos a hacer nada. Descansa, no pienses - o piensa cosas bonitas. Aprovecha para quererte y mimarte. Deja, conscientemente todo a un lado, y céntrate en ser y estar. 

Y ahora piensa que ese domingo, puedes alternarlo por el día que más te guste. Tu propio domingo, y una semana llena de gestos bonitos.

Feliz lunes. 



De puente a puente...


Hay días en las que estás más cansada, días en las que es más difícil ver que esos pequeños detalles de felicidad y que son las que dan otro color a la vida. Días en los que hay que estirarse, taparse hasta arriba con la manta y desahogarse llorando. Y luego, dormir. 

Y que no se diga, que son justamente estos días cuando recibes mensajes inesperados que te alegran, cariño de esa persona que hace tanto que no hablas y fuerzas desde lejanos puntos del planeta. Esto te tranquiliza, te recuerda que la vida es maravillosa... Pero que necesitas descansar. 

Por lo tanto, hoy cuento la historia de un buen mozo, y me voy de puente. A hacer alguna locura y transportarme a otros mundos, con una buena amiga. Os diré que esta amiga hablar con tanta pasión de su pueblo, que muero de ganas de conocerlo, y de sentir, aunque sea un fin de semana, la felicidad que la une a su tierra. Será interesante, y prometo contarlo. 

Pero hoy, le voy a dedicar la entrada a un amigo que dice que escribo demasiadas palabras en este blog, y que sintiéndolo mucho, "pero no lo leo..."

Yo le contesté que por ser amigos, no tenía por qué leer mis palabras. Sin embargo, creo que lleva un par de días colándose por aquí, cotilleando... Y espero que la entrada de hoy no le sea tarea difícil leerla. Porque es desde el cariño más profundo. 

Este amigo -sí, hoy no me molestaré en utilizar el eufemismo persona. Hablo de amigos, sean conocidos o no... y en este caso, es conocido- es lo que la gente llamaría un buen chico. Estudia, hace pequeños trabajos, viaja, es educado y sabe mantener una buena educación. Sabe escuchar y contarte anécdotas curiosas. Un chico con buenos amigos, con los que le gusta salir a cenar de vez en cuando, y una persona tranquila y amable. Un bon noi. 

Pero no os dejéis engañar por su imagen de chico afable. No es sólo un bon noi. Es una maravilla de persona. Cansado, te pasa a ver porque se lo pides. Le haces ofertas muy rechazables, y sin embargo, te acompaña a un mirado un viernes por la noche para que tú puedas grabarle un vídeo a una amiga. Se preocupa constantemente por los demás, y le hace feliz compartir con gente. 

El primer recuerdo que tengo de él, es de chico tímido. Él, de mí, de una lectora obsesiva. Nos hicimos amigos en una de las situaciones más incómodas de la historia... Pero aquí seguimos, y me aguanta con mis arrebatos de tonterías ante su personalidad más serena. 

Y hoy, en su día, le recuerdo que me sigue debiendo un cine... Aunque él dirá que soy la que se lo debo. 


Ana 'Uala'

Se puede ser feliz


El día a día me enseña que se puede ser feliz, y no renunciar a los sueños. Que uno se puede dedicar a lo que realmente le apasiona. 

Ayer, en vez de hacer una práctica para la universidad, el destino me llevó a matar al gato, y dejarme llevar por la curiosidad. Así que le pregunté a una chica a qué se dedicaba. Y así en resumen, la respuesta vino a ser... a ayudar. 

Pensé que para dar todo, habías de estar dispuesto a renunciar a todo... Sin darme cuenta que al darlo todo, estás recibiendo todo. Y no únicamente eso, sino que además, no tienes que dejar lo que ya tienes. Así que en resumen, fui muy feliz pensando que cada día se abren nuevas posibilidades en tu vida, si estás dispuesta a ver con las gafas adecuadas. 

Esa chica con la que vas a clase, que dibuja.. ¿Por qué no vas a preguntarle qué hace con sus dibujos? Quizás te inspire para hacer algo con esa carpeta que vas llenando cada día. O esa pastelería por la que pasas cada día. ¿Nunca les has preguntado como se hacen esos tartaletas de frutas que te fascinan de pequeña? ¿Has ido a hablar con el dependiente de una tienda de impresión, y ha resultado que ese hombre es fotógrafo y quiere ayudarte a mejorar?

Quien sabe, y la respuesta a tu futuro está a tu lado. 

En este momento, mientras todo va mal... ¿Qué tal si pruebas a que las cosas vayan bien?

O mejor aún, no lo pruebes. Hazlo. Tienes todas las herramientas disponibles. 

Y de regalo... ZenPencils

Ana 'Uala'

Gente buena dominguera

Pan Amor

Este domingo, aprovechando que tenía que ir al centro, me llevé la cámara... que nunca se sabe. Además, por fin había salido el sol...

Iba paseando, y mi vista se desvió hacia un señor, que estaba sentado en un banco de piedra, esperando [supongamos que era a su mujer y a su hija, que habían parado a cotillear en uno de los múltiples mercados que se encuentran por Barcelona los domingos por la mañana]. Estaba sentado, con un periódico... Y esta barra de pan. 

Bien, algún día os hablaré de ello, pero así en resumen sabed que tengo una obsesión con los corazones. Un símbolo del amor, un órgano vital, me fascina encontrármelo por todos lados, de todos los tamaños y de todos los colores. Pues iba paseando, y vi la barra de pan, y pensé: ¡Qué corazón más bonito, en uno del os alimentos más básicos que tenemos...!

Iba a pasar de largo, pero pensé que era domingo, hacía buen día, y era un corazón bonito... así que volví sobre mis pasos, y le pregunté si le podía sacar una foto para mi colección. Él, sin ningún tipo de problema, hizo posar la barra para mí, y sin pensarlo, me preguntó: ¿Quieres quedarte con la bolsa?

Diréis, qué detalle más tonto. Cualquiera podría haberlo dicho, es normal. Sin embargo, es un gesto que no todo el mundo dice, no es ni tan normal, y definitivamente, no fue un gesto tonto para mí. Me pareció muy amable, ofrecerle a una desconocida, la bolsa donde guardaba el pan que iba a llevar a casa -y que por lo tanto, debería llevar en la mano después.

Un gesto tan pequeño, tan insignificante... Pero que dice mucho. 

Tenemos, en muchas ocasiones, la oportunidad de conocer a personas que tienen un mal día, y que en vez de cambiar de actitud, pretenden que cambies tú hacia un humor más negativo. No les dejes. Recuerda que hay personas que ofrecen corazones de forma gratuita y sin problema. 

La calle está plagada de personas buenas, buenas buenas, que están dispuestas a hacer pequeños gestos, cotidianos, para alegrarte el domingo soleado, 

Ana 'Uala'

Pasiones cumplidas

surfista

Tuve la enorme suerte, ayer, de hablar con una persona que me maravilló. Me encanta tropezarme con este tipo de gente. Seres decididos, que no se asustan. Personas que te miran sin miedo, directos, transparentes. Personas capaces, increíbles. Pequeños seres luchadores que sólo se dejan llevar por una cosa: la pasión. 

"Dicen que esto es un estilo de vida... No es un estilo de vida, es mi vida. Yo trabajaba en un despacho, de traje y corbata -que no tengo nada en contra de ellos: hay gente que le gusta trabajar en despachos- pero me di cuenta que no era feliz. Así que decidí trabajar en aquello que más me apasionaba... el surf. Y aquí estoy. Mi horario laboral es de 2 a 6... Cuatro horas, nada... Y sin embargo, desde las 8 de la mañana, estoy aquí... Porque no hay otro lugar en el que me gustaría estar."

Pasión. Busca un trabajo en aquello que te gusta, y no trabajarás ni un solo día, dice Confucio. Y qué razón tiene. Un trabajo... un trabajo no debería ser más que el nombre formal de hacer aquello que más te gusta. O disfrutar con aquello que haces. He conocido a gente que era feliz vendiendo pulseras, feliz trabajando de traje y corbata, feliz por administradora, por ser profesora... Feliz por ser lo que era, independientemente de la profesión. He visto a un médico trabajar 25 horas al día, sin dejar a un lado su sonrisa, porque no hay nada que le guste más que eso. 

Jóvenes que se arriesgan, y se esfuerzan por sacar adelante proyectos con los que soñaban de niños. Niños, ahora adultos, que no tienen miedo. Personas que a pesar de las dificultades, no ven que estar toda la noche escribiendo un texto, despertarse de madrugada para hacer un reportaje fotográfico, encerrarse horas en una sala editando... sea un trabajo duro. Porque vale cada segundo del esfuerzo invertido. 

Por lo tanto, depende de cómo lo mires. Si te planteas lo que haces, pregúntate... ¿Cuando llegas al final de la jornada, cansado a casa, te tiras al sofá, y piensas en el día que has tenido... eres feliz? 

Así de simple. 

Ana 'Uala'





La distancia es relativa


¿Creéis en las almas gemelas? ¿Sólo podemos tener una? ¿Tiene que ser necesariamente tu pareja? ¿Qué opináis?

He mencionado ya el mundo amarillo de Albert Espinosa, con esos 23 amarillos que te encuentras a lo largo de tu vida. Cuando leí eso por primera vez, no me pareció nada extraño. De hecho, pensé que era lo más natural del mundo. Cada persona transmite un color, digan lo que digan. 

Una amiga y yo... Una amiga que está presente en casi cada texto que escribo, cada sueño que cumplo, cada fotografía que hago -sobre todo en esto último. Esta amiga y yo, tardamos un poco en reconocernos, pero cuando lo hicimos, todo cobró sentido. Sonreímos, entendiendo cosas que a muchas personas se le escapan. No hicieron falta más palabras, porque entendimos algo esencial. Nuestro color... color que nos define, color que vivimos... Es el verde. 

Dejad que os cuente una cosa curiosa. Desde que descubrimos este pequeño fenómeno, esta amiga y yo hemos ido observando a las personas. Y os juro, que no falla. Persona que identificamos como verde, persona que nos dice que es su color favorito. ¿Cómo lo sabemos? No lo sé. Lo notamos. Personas con una sensibilidad diferente. Con unas pequeñas características que las identifican. 

Pero dejadme que os hable de la verde más verde que conozco. Verde, que la quiero verde. Ya son dos los años que cumplimos uno más, separadas... cosa de viajeras perdidas, y como no le pude explicar lo que sentí lejos de casa, se ha ido a averiguarlo ella. En una Buenos Aires que siempre nos quedará. Pero paso, paso a lo importante. A la historia de esta genia y figura. 

¿Sabéis lo que mueve a las personas? La pasión. La pasión, que es el amor exponenciado. La pasión, que te hace luchar por lo que quieres. La pasión, que no conoce límite y no conoce parada. En constante movimiento, te obliga a seguirla. Pues esta chica, esta persona... Es una apasionada. Una apasionada de TODO. De los sueños, de la felicidad. De las pequeñas aventuras. De los viajes, de conocer, de la magia. Es una apasionada de las imágenes, una apasionada de sus pasiones. 

Normal en sus ratos libres, es una artista. Una persona que consigue embellecer las cosas cotidianas. Los paisajes cambian a través de su objetivo. Sabe leer los mensajes entre líneas... y le encanta darse a entender, sin explicarse del todo. Porque lo maravilloso está en la complicidad, y no en las palabras que se dicen. No el da miedo lo desconocido, y te invita, continuamente, a descubrir cosas nuevas, cada día, junto a ella. Aprendiendo ella, te enseña a ti. Una mujer que vive en las nubes sin perder su norte, y todo lo hace bien en el mundo racional, para ella poder seguir soñando el tiempo restante...

Es la clase de persona que no hace falta hablar, y sin embargo, no dejas de hacerlo. Una persona que se levantará antes del amanecer, para ver algo que realmente vale la pena.

Que sepa que, como dice otra amiga muy sabia, los abrazos no entienden de distancias. Y el amor, menos. 

Por ella, que hoy se cumple un año más de estar juntas. Por ella, que está en mi mente cada vez que oigo cerrarse y abrirse el obturador. 

Por ella, que tiene la letra optimista, que siempre se le va hacia arriba al escribir...

Ana 'Uala'