Primera de muchas


¡Oh! Antes de empezar, ya aviso. Está entrada se repetirá. O más bien, a quién va dedicada. Y digo quién, y no qué, porque está más viva que muchas de las personas que conozco. Respira, vive y siente, y nosotros con ella. 
Ella, porque es mujer, como una madre. Te acoge en sus brazos para no soltarte. Te encanta con su misterio y te alumbra con su belleza. 
Te mira, coqueta, y te invita a jugar... sin acabar de enseñarte jamás los secretos que esconde. Los deja por descubrir, para que no te aburras. Bajo el sol o entre niebla, pequeño paraíso. 
Habrá quien no la quiera. Pero como todo, la de cada uno es la mejor. O mejor que mejor, es la perfecta, y somos incapaces de ver más allá. 

A mí me ciega. No sé vivir sin ella, y cuando salgo, cuando la dejo... Siempre ando con melancolía, esperando ver de nuevo su silueta, desde el avión, sabiendo que estoy llegando a casa...

Otro día, os prometo historias más concretas. Esto es, simplemente, una introducción...


Ana 'Uala'

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