Radicalismos desinflados



Conversaciones que se ahogan en mares. Mares inciertos, llenos de dudas, en los que te lleva la corriente sin saber dónde, ni por cuánto tiempo. Mares, mares, porque el mar no es firme. No puedes apoyarte, no puedes asegurarte a nada. Mares. 

Pero es únicamente en el mar que aprendes a flotar, a mantener el equilibrio. A saber cuándo hay que luchar contra la corriente, para que no te arrastren las olas, y cuando hay que dejarse llevar por ella. Porque no te puedes agarrar a nada... ¿Pero quién dice que en tierra todo sea firme?

Debates filosóficos sin tiempo entre descansos de monotonía. Huir un momento de apuntes que te cuadriculan la mente y te encierran entre paredes. Sería una buena definición de mundano infierno: tantos libros que leer, tanta letra con olor a sabiduría, y yo con un libro que me hace daño en el pecho. 

Total huíamos hablando de las dudas típicas, tal y como odio que digan -e imagino que ella también odiaría-, pero llamemoslas así para reírnos un poco de nosotras mismas. Intentábamos, entre pasado y futuro, desmontar el presente. Evitando caer en el cinismo de la decepción. 

Pensaba, pensaba en la conversación mientras volvía a casa... Y surgían de nuevo preguntas. Gente que tiene tanto miedo a equivocarse que se vuelve radical, que da todo y más por una idea, por una realidad. Pero las realidades no existen, y se disuelven como el humo que deja la pólvora después de explotar. 

Los radicalismos, incluso los que podrían parecer buenos... No se sostienen, porque se crean a partir de estereotipos. Estereotipos, que aunque fascinantes, no son más que espejismos, una máscara social tras la cual se esconde la historia individual de cada persona. 

No creo saber la respuesta a todos los problemas del mundo -peco de soberbia, pero no tanto-, pero quizás, sólo quizás, la solución esté en intentar averiguar mejor esas historias individuales, y no tanto en radicalizar estereotipos. 

Quizás, sólo por eso, hayan valido la pena cuatro años leyendo los libros equivocados. 

Ana 'Uala'

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