Cambios


Los recuerdos se confunden con sueños, y las imágenes se difuminan entre rayos de sol y gotas de lluvia. ¿Qué llevaba puesto? No me acuerdo. Tampoco de quién estaba conmigo, o si estaba sola. No recuerdo, o creo olvidar detalles sin importancia, que dejan paso a una avalancha de emociones que me abruman. Abrumaron, debiera decir. 

Con una foto delante de ti, miras el paisaje de tu actual ventana, con el que contrasta... Y aún así, buscas similitudes. El color del edificio. El mal tiempo. Pero nada es igual. Un mismo día, y las vistas han cambiado tanto. Casi al mismo ritmo que el bipolar clima porteño. Ese que vuelve tan loco a sus ciudadanos.

Caras conocidas que se recortan entre un público anónimo. Caras borrosas entre las lágrimas, pero inconfundibles en el abrazo. Alegría y pena, latiendo al mismo tiempo, pero sin explotar. Aún no. La explosión llega en la soledad de la noche, en las horas muertas que quedan entre lo que eras, y lo que eres. 

Explotas en las noches, caminando sola de vuelta a casa, y tus sentidos devuelven el eco de lo una vez vivido, y esta calle que tanto conoces, bajo la luz de las farolas, se convierte, por un segundo, en otra calle que también hiciste tuya. El semáforo pasa de blanco a rojo, y esperando poder cruzar, te da permiso en verde. La espera, la decepción. Pero dura poco. 

Dejas de buscar una ciudad diferente en cada esquina, y te das cuenta de tu felicidad. Eres feliz, muy feliz. Se acabó, pero no. Nunca nada se acaba. Cicatrices y tatuajes, fotos y recuerdos. Emociones sentidas, nuevos amores en tu vida. Más luz, mucha más luz en tu vida. Una luz cubierta de tristeza unos días, hasta que otras luces te avivan la llama. Así de simple. 

Círculos que van y vienen. Ciclos que empiezan, ciclos que acaban. Hoy, hace una año, comenzó una nueva aventura. Hoy, quizás, sea hora de dar paso a otra. 

Las personas piensan que todos los cambios ocurren en un instante, sin tiempo a darte cuenta. Yo creo que hay cambios que duran unos días. Los días antes, los días de después. El jet lag de los cambios. Quizás, escribiendo esto, esté asumiendo cambios. Un cambio que empezó hace unos días. Un cambio que empieza, hoy. 

Quizás. 


Ana 'Uala'


No hay comentarios:

Publicar un comentario