Paisaje sobre paisaje


Solía pensar, cuando era más pequeña, que si todo, absolutamente todo me salía mal en la vida, no podría quejarme. Que si acababa sola -y no me refiero únicamente a pareja-, no importaba. Cómo iba a importar, si había tenido la suerte, la enorme suerte de haber encontrado alguien en quien disponer todo el amor que yo podría entregar. Un amor, por cierto, correspondido. 

Aclararé que esto no es una historia de amor. O mejor dicho, sí que lo es. Claro que es una historia de amor. La historia de amor más bonita del mundo. 

Tardé años en entender que no por tener mucho de un lado, mereces poco de los otros. Eso es una idea que nos inculcan para conformarnos cuando las cosas van mal. Te lo mereces todo, tú, yo. Todos nosotros. Hay más que suficiente en este universo para hacer feliz a todas las personas. No dejes que te digan lo contrario.

Y cuando entendí esto, cuando caló... No supe que decirme. No supe qué sentir. ¿Qué se siente al saber que has encontrado una parte de ti en otro cuerpo? Una persona que no eres tú, pero sí. Una persona que sabe qué decir, cuándo hacerlo, cómo hacerlo. 

Una persona que, estés donde estés tú, se convierte en tu norte. Para que siempre puedas volver a casa.

"If my heart was a compass, you'd be north"

Una persona con la que romperás costumbres, yéndote a dormir a su casa, como cuando teníamos 7 años, a los 47...

Nunca imaginé que podría tener la suerte de tener todo un mundo resumido en una persona. 

Ana 'Uala' 



No hay comentarios:

Publicar un comentario