Alegría

amor odio


Hoy me he despertado contenta. A pesar de no haber actualizado ayer. A pesar de tener trescientos cosas por hacer. A pesar de que hace un frío hipotérmico en Barcelona. 

¿Por qué? Pues porque sí. Bueno, porque sí, y por he conseguido hacer muchas cosas. 

Pero volviendo al tema del blog, vamos a hablar de... hmmmm. Más que de una persona, de la necesidad de aprobación que a veces necesitamos. 

¿No os ha pasado que si una persona te da el visto bueno sobre algo, ya no te importa lo que diga el resto del mundo? O justo lo contrario: una persona te da su visto bueno, y piensas... Vale, no lo pienso hacer. 

Y a veces son amigos, a veces no... Conocidos, desconocidos, profesores, padres... No importa. ¿En qué nos basamos? ¿Será que en el fondo, ya tenemos la decisión tomada, y nos apoyamos en la persona que nos la opinión que encaja con la nuestra? ¿O necesitamos una excusa, a alguien con culpa? Alguien que en el caso de fracasar, pienses: habría hecho lo mismo. 

No sé, pero es curioso. Tengo personas de las cuales necesito aprobación. Y cuando no la tengo, parece ser que todo me sale mal. Aunque estuviera convencida de lo que iba a hacer. Muy convencida. Pero parece ser que meten la duda en mí. ¿Entonces, realmente estaba convencida? ¿O simplemente fingía estarlo? La seguridad no debería romperse tan fácilmente. 

Estoy un poco confundida. ¿Alguien que me sepa responder?

Ana 'Uala'



No hay comentarios:

Publicar un comentario