Y salir volando


Hay muchas veces que se dice eso de: (le) han cortado las alas.

Hace poco me di cuenta que a nadie nunca le cortan las alas. Jamás. Nadie tiene esa opción excepto tú. Hay quien te las ata, hay quien te las daña, hay quien te dice que son falsas y que con ellas jamás podrás volar. Pero no es así. Lo único que consiguen es convertirte en piedra, fría, insensible, estática y la que el tiempo va degradando lentamente.

No te dejes. 

Tus alas están ahí, pero como todo los demás músculos, necesitan práctica y ejercicio. Si no, se atrofian un poco. Pero nunca es ni demasiado temprano, ni demasiado tarde. Siempre es el momento de estar volando. 

Y si no me crees, díselo a las personas que están a tu lado, que cuando se te olvida que tienes alas, tienen los polvos mágicos de Campanilla, guardados en el bolsillo, para que puedas volar sin alas. 

Los días que estás de mal humor, que piensas que el mundo no merece la pena, que todo está mal. Esos días, si no consigues sonreír. Búscate un amigo y tómate una birra. Olvídate un rato de tu enfado, y conseguirás olvidarte por completo. Si no puedes salir, duerme. Mañana será un día mejor, lo prometo. 

Recuerda que nadie más que tú tiene la culpa y solución a tu enfado. Aunque a veces no nos guste esta salida. 

En cualquier caso, hoy doy las gracias noches mágicas que redirigen un día que había empezado mal, hacia un día mejor. 

"Ets normal, ets humana. Pots tenir dies dolents. Però després has de tornar a ser feliç".

Y os prometo, que hoy el sol ha teñido mi cuarto de naranja amanecer. Hacía tiempo que el sol no iluminaba así mi habitación. Será que tengo motivos para estar agradecidas... Y el mundo nos lo demuestra cada día. 


Ana 'Uala'

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