Objetivos y prioridades


Quizás hablo desde la inexperiencia. Algunos pensarán que no sé de lo que hablo. Pero yo creo que todos, todos, todos, si queremos, podemos hablar de amor. Cualquier persona que haya sentido su corazón latir al pensar en alguien -sea amigo, sea familia, sea amor eterno, sea ese chico del autobús...- puede saberse experto en amor. 

Pero dejad que continúe con algo que comencé ayer. Dije que no nos habían enseñado a distanciarnos. ¿Sabéis qué más no nos han enseñado? A querer unilateralmente. Tú, cuando quieres... no deberías querer para ser correspondido. Es simple. El amor no es un trueque: es un REGALO. Tú amas porque el amor es esencial para vivir. Porque sin amor, de cualquier tipo, los colores pierden matices y al música no tiene pulso. 

¿Entonces? ¿Cómo funciona? ¿Te has preguntado, alguna vez, qué siente aquél que te quiere y tú no le correspondes? Ahí tienes el amor que querías. Nadie nos contó que cuando tu amas, el amor vuelve a ti, siempre... pero no siempre de la misma fuente. ¿Os acordáis de la cadena de favores? Pues algo así. 

Qué no digo. Obviamente, el amor es maravilloso es mutuo: al fin y al cabo, así se forjan relaciones. Pero también es un privilegio poder amar, y si no somos correspondidos... Bien, ama por el puro placer de amar. Amar por ti, y no por los demás. Ama para ser mejor personas. 

Ama.

Ana 'Uala'

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