El 13 de la buena suerte


Es curioso pensar que año nuevo es un lunes maximizado, al que le dipositamos toda clase de esperanzas para un nuevo comienzo. Sin embargo, a nadie parece molestarle comenzar de nuevo. Las energías se renuevan, la fuerza está en nosotros, y nos sentimos felices de pasarlo junto a aquellos que queremos. Un inicio perfecto. 

Mi madre acaba de entrar a mi cuarto -sin picar, siempre- y me ha recordado que hoy, dos de enero, es un día importante dentro de un calendario alternativo que vivimos en casa. El día de la suerte. O del destino, depende de la traducción que quieras usar. 

Dicen, dicen y me encanta que digan que todo lo que hagas el dos de enero, se repetirá el resto del año. Es decir, si llenas de amor tu día, recibirás amor el resto del año. Si te enfadas, tu año se teñirá de cabreos y malos humores. 

No creo en la rotundidad de la exactitud, y estoy segura que con esfuerzo, a lo largo del año, se pueden cambiar las actitudes, pero... nunca está de más, ¿no? Así que empecemos bien el año.

¿Lo mejor? Ni siquiera lo pusieron el día uno... El destino te da un día de resaca de margen.

Me recuerda a un comentario que me hizo, una vez, una persona muy sabia. Podrás saber cómo es una persona dependiendo de la decisión que tome en unos pocos determinados momentos de su vida. Hay días cruciales, que te definen y permiten conocerte. Hoy sería el día crucial del ciclo vital de un año. 

Así que definámonos bien. 

Ana 'Uala'

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