Caminos y destinos


Estar en un pueblo perdido. Encontrarte con alguien un poco menos perdido que yo. Entre sonrisas y preguntas típicas (¿Qué haces tú aquí tan sola? Pasear un poco. ¿Y no tienes miedo? ¿Debería? *Risas*). Me indica que al final del camino hay un monasterio. Tengo horas por matar y nada en mente, así que decido coger ese camino. Hace un día espléndido, nadie me espera y estoy en un lugar que no conozco. Una combinación perfecta. 

Voy caminando, caminando... El calor empieza a apretar, mis años de poco ejercicio más y la cuesta se empieza a empinar. No sé ni cuánto llevo, ni cuánto me queda... Pero estoy cansada. ¿Vuelvo hacia atrás? Es hora de comer, y ni siquiera sé dónde estoy yendo. Decido caminar un poco... y menos mal. 

Personas buenas hay en todos lados, las conozcamos o no. Y los favores no te los hacen sólo los conocidos. En el momento en el que decido seguir... de repente, llenando de fuerza, me encuentro esta frase. 

Faltan 2 km. Ánimo. 

Miro asombrada, como si estuviera escrito para mí. Nunca había recibido una respuesta tan directa de nadie, y  menos aún del asfalto. Luego descubrí que en algún momento, debió haber una carrera en el lugar, porque siguieron habiendo indicaciones a lo largo del camino (F. 1km, Queda la peor parte, ánimo; ya casi estás...), pero aún así, ¿cuántas eran las posibilidades que en ese pequeño camino que nadie debe visitar, hubiera habido una carrera, que yo hubiera pasado, y me hubiera estado preguntando esa pregunta instantes antes? [Como si estuviera] perfectamente calculado, cambia también mi banda sonora. No deixis de caminar, retumba en mis oídos. No existe tanta perfección. ¿O sí?

Aún nos queda mucho camino para demostrarlo... Y si es necesario, cambiar de opinión. Mientras, ánimo. 

Ana 'Uala'

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