Conciertos privados



Hay personas, que sólo saber que existen, hacen tu existencia más feliz. Personas, desconocidos que te encantaría conocer y amigos que nunca acabas de descubrir del todo -tal y como me dijiste tú, Vane. Un día, un día os hablaré de ciertas personas con luz tan intensa que te ciegan, personas y amigos de la vida. 

Pero hoy, hoy voy a hablaros de una persona en concreto. Que representa a muchas, como casi todas las caras anónimas con las que te encuentras

Ya os he hablado de esas probabilidades tan probables... La vida está llena de ellas. 

Salgo de casa ajena, estoy sola. Y son solitarias las horas que me quedan de la tarde, hasta que vuelva a encontrarme con mi amiga. En una ciudad ya conocida, pero que como todas, nunca la acabas de descubrir. Además, con el sol, todo es tan bonito...que nunca te cansas de verlo. Paseo, alternando fotos por palabras. En cualquiera de los casos, guardo cada pensamiento que me pasa por la cabeza ese día. 

Hace calor, estoy cansada. Me siento, y a punto de escuchar música, no encuentro mi reproductor: me lo he dejado en casa. Bueno, tendré de compañía mis pensamientos... Pero no. Yo, en ese instante, quería música... Y música fue lo que me concedió el Universo.

Un concierto privado, exclusivo para mí. Me mira. Una sonrisa, y somos cómplices. Sigue con su mirada a las personas que pasan a su lado: algunas le devuelven la mirada, otros ni le oyen ni le ven. Algún que otro generoso -sobre todo niños, que siempre quieren dar- le tira una moneda. Una moneda que va acompañado siempre de un gracias a media canción. Mientras, yo escribo, robándole miradas furtivas entre sonrisa y verso. 
Y me canta a mí, yo lo sé. Sé que está ahí, ese día, para mí. Que me he dejado la música en casa. Pero la vida a querido tener banda sonora. Le alegra la vida a las personas que pasan, recordando que hay momentos mágicos en la rutina... y que la magia de las vacaciones se atrapa en unos acordes de guitarra. Pero esa tarde, mientras pasan las horas, sé que todas las letras de las canciones van dirigidas a mi. 

El sol se empieza a poner a su espalda, y es hora de marcharse. Me levanto, guardo mis palabras como un secreto, y me acerco a tirar una moneda. Sé que no hace falta, es un gesto simbólico. Se ríe, me da las gracias, y me sigue con la mirada. Quizás un día sea un cantante famosos. Quizás nunca más vuelva a tener público...

Pero esos músicos, esos músicos anónimos de calles desconocidas, por un momento, te trasladan a otro mundo. Te alegran, independientemente de lo que ocurre en tu vida... o en la suya. 

Y me alejo, feliz, mientras suena detrás mío..

All you need is love. 

Ana 'Uala'


pd. Por si os preguntáis... No, el chico de la foto no es mi músico personal. Feliz sábado. 

2 comentarios:

  1. Gracias por cada historia que me cuentas. (Después de 15 minutos intentando expresar por escrito el nudo que se te queda en el pecho cuando quieres decir algo pero no sabes ni qué es, ni cómo hacerlo, ni qué sientes... sólo he sabido decir gracias) Porque cada historia que me cuentas está escrita con hilo que vas desenredando de mis nuditos. Das palabras a cosas que quiero transmitir :) (y me da rabia no tener ese doooon! jaja)

    Tessie

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  2. ¿Sólo has sabido decir gracias? ¿Sabías que es una de las palabras que más cuesta decir?

    Y dices que no has sabido qué decir...

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